Uno de los grandes “acontecimientos” que ha ocurrido en este año que hemos dejado es el asunto de los coches de Volkswagen. Para quien viva fuera de este mundo no sabrá que realizaron trapas en sus vehículos con el fin de pasar las pruebas de emisión de gases que se realizan a los vehículos, y así estar por debajo del nivel de emisión de gases.
Una vez descubierto han anunciado que todos los vehículos afectados por este “chanchullo” deberán llevar su vehículo a los talleres para que se realicen las operaciones oportunas para que verdaderamente estos coches tengan la emisión de gases correcta, y no hagan más perjuicio para el medio ambiente.
Pero, ¿Cómo conseguían burlar los controles de emisión de gases?
Para ello utilizaban un software en la unidad de control electrónico del coche que determina dónde se está conduciendo el vehículo (si va en una autopista, un camino o si están testándolo) al analizar una serie de factores.
Algunos de los factores analizados eran la posición del volante, la velocidad, la duración de la actividad del motor, e incluso la presión barométrica.
Atendiendo a estos factores los coches de Volkswagen activaba uno y otro modo del vehículo:
De esta manera tan sencilla conseguían pasar los controles de la EPA, y que sus vehículos estuvieran en el nivel de emisión de gases oportunos.